Las mentiras de Bildu

Joseba Altube, Director de Infraestructuras de Diputación de Gipuzkoa, publicó un artículo en Diario Vasco que refleja una especie de necesidad política, incluso vital: proyectar la idea de que el PNV es un partido sin ninguna sensibilidad medioambiental, plagado de intereses ocultos y de defensa del Gran Capital, instalado en “la vanidad de las grandes infraestructuras”.

En defensa de una tesis tan peregrina, no duda en partir de premisas absolutamente falsas que, por supuesto, él da por buenas, para que la conclusión le cuadre sin problemas. 

Por concretar la anterior afirmación, en el tema de los residuos –tan candente en la alta política gipuzkoana- dice lo siguiente: “Si está tan claro el objetivo, y se puede conseguir por la mitad de dinero, por qué algunos prefieren seguir apostando por un sistema desaconsejado por Europa, altamente contaminante y que incentiva la no reutilización de los residuos? ¿Qué razones puede haber para defender lo indefendible?”. Preguntas al viento.

Altube obvia un pequeño detalle: la realidad. La realidad europea deja en evidencia su incompetencia y su escasa cultura democrática. ¿Por qué? Porque entre los 27 estados que componen Europa hay de todo, como en botica, pero los más avanzados, los que tienen mayor calidad de vida, aquellos que son abanderados en políticas ambientales y que, además, pueden presumir de mayor tradición democrática son… los que apuestan por la incineración para valorizar la fracción resto. Además son, qué casualidad, los países que más reciclan. Y, mira por dónde, además, ubican las incineradoras en el centro mismo de las ciudades (Paris, Viena, Estocolmo, etc).

Al abordar otro de los temas candentes en Gipuzkoa, el de los peajes, una vez más, y para justificar su vergonzoso cambio de posición, parte de otra mentira. Viene a decir que se encontraron, de sopetón, con un alto nivel de endeudamiento provocado por la financiación de las carreteras del Territorio, y, mitad por dramatizar la afirmación, mitad para parapetarse contra acusaciones de inacción, afirma que la obligación de pagar esa deuda está limitando las políticas sociales, de innovación, culturales, etc. de la Diputación. Es por eso, dice, que se han visto obligados a replantearse su política de peajes.

Me explico. La Diputación decidió construir la red de carreteras de alta capacidad con el objetivo de adecuar las infraestructuras a las necesidades de los gipuzkoanos, partiendo, entre otras, de las siguientes premisas: 1.- que no afectara al presupuesto foral, es decir, a las políticas sociales, de innovación, culturales, etc. y 2.- que se financiara a través de peajes sociales, respetando el equilibrio territorial. Planes y medidas aprobadas en Juntas Generales dentro de la Ponencia de Carreteras.

Por lo tanto Bidegi se endeudó según el plan previsto y se financia, básicamente, según lo previsto. Para pagar los 900 millones de euros de la deuda, es necesario recaudar vía peaje, alrededor de 100 millones de euros al año (intereses más amortización) durante los próximos 20años. Puede haber años con menor o mayor recaudación en función de los flujos de tráfico, pero las previsiones -con esas posibles oscilaciones- se han mantenido y no han afectado hasta ahora a los presupuestos forales.

¿Novedades? Ninguna. Salvo una quizás: el cambio de posición de Bildu. Acudieron a las elecciones con el apoyo de los del “peajerik ez”, y ahora, ahí andan, sin saber cómo salir de esta. Pretenden salvar la cara ante su electorado echando la culpa de todo al PNV. Ninguna novedad, por cierto.

Una última aportación. Entre las medidas recogidas en la Ponencia de Carreteras aprobada en la anterior legislatura se preveía poner peaje en Etxegarate. El peaje en Etxegarate tendría la función importantísima de que los vehículos de transporte pesado internacional (por ejemplo, el camionero alemán) contribuyeran a pagar los gastos de mantenimiento que ocasionan, y que, hasta el momento, pagamos todos los gipuzkoanos. Bildu -junto al PP- se negó a establecer dicho peaje, y así seguimos dejando pasar gratis a estos camiones, y eso supone renunciar a unos 50 millones de euros al año.

Dicho sea de paso, estamos en tiempo de preparación de los presupuestos para el 2013, y tendrá que explicar qué recortes piensa aplicar o qué necesidades sociales, culturales y/o económicas va a dejar sin atender para poder seguir garantizando a los camiones extranjeros el paso gratis por Gipuzkoa.

Siguiendo la línea de actuación y comunicación que ha puesto en práctica Bildu a lo largo de su primer año de legislatura, Joseba Altube pretende infructuosamente tapar sus propias carencias en la gestión y la evidente incompetencia de Bildu en la acción institucional formulando gravísimas acusaciones, más o menos veladas, de prevaricación y de malversación de fondos públicos. Pero ya ha transcurrido el segundo verano de su legislatura y este mecanismo no les funciona: cada vez está más claro para la gente que Bildu no está a la altura de la responsabilidad que la ciudadanía depositó en ellos.

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