Gipuzkoa y Euskadi avanzan a pesar vuestro

Como defender la verdad vale la pena y como nuestra gente y este Pueblo se merecen un respeto, no podemos dejar sin respuesta el artículo publicado hace unos días en este diario por la portavoz de EH Bildu en Juntas Generales.
El artículo en cuestión no se desvía un centímetro del diseño estratégico de la formación y es uno más de los ejemplos del adanismo político de quienes, parapetados tras su marca más “mainstream” –EH Bildu–, quieren hacer creer a la gente que acaban de nacer a la política vasca.
A EH Bildu le sobra tanto el pasado que hasta se olvida de mencionar su estancia en la Diputación Foral de Gipuzkoa. Omiten cualquier pasado que les resulte incómodo: el suyo por inconveniente y, de paso, el nuestro por serles comparativamente desfavorable. Si el PNV osa reivindicar su trayectoria, recibirá una descalificación automática: “no se puede hacer política como hace medio siglo”.
En realidad, saben muy bien que nadie hace política como hace cincuenta años. No la hace el PNV ni, afortunadamente, tampoco la izquierda abertzale.
El PNV ha ido adaptando sus políticas a las necesidades de cada momento, manteniendo objetivos estratégicos bien definidos: protección social y de cuidados, industria y políticas económicas, servicios públicos, euskera e identidad política, derechos humanos y democracia. Y ha sabido poner a Gipuzkoa y a Euskadi a la vanguardia del Estado y, en muchos ámbitos, a la altura de los países más avanzados de Europa.
El paro en Gipuzkoa está por debajo del de la eurozona; superamos la media europea en inversión en I+D+i. Nuestro gasto en protección social nos pone muy por encima de España y también por encima de la media europea. Nuestra tasa de pobreza está seis puntos por debajo de la de Europa; y en Gipuzkoa, hemos construido, entre todos, una sociedad cohesionada y con niveles de desigualdad comparativamente bajos.
Decir la verdad no es hacer triunfalismo. Es solo la foto de una realidad que no ha sido construida solo por el PNV, pero sí con el liderazgo del PNV y de la mano de la sociedad civil, en interacción con la universidad, “escuchando” a la gente y mediante modelos de gobernanza participativa que dan cauce a “la inteligencia comunitaria” del Territorio –aunque no “propagandeemos” estas cosas al estilo Bildu–.
La foto es real, aunque tan real como la foto es que en Gipuzkoa sigue habiendo personas que lo están pasando mal: entre nosotras un 4% de las personas viven en la pobreza y otro tanto en ausencia de bienestar. Personas a las que decidimos ayudar con la RGI hace ya 33 años –en España todavía no aciertan a desplegar su renta de garantía–.
También tenemos muchas personas que requieren de cuidados y a las que la Diputación atiende con un sistema en plena evolución hacia un modelo personalizado y comunitario, comparable con los mejores de Europa, para “cuidar en casa o como en casa”.
¡Claro que tenemos problemas, incertidumbres y “retos” que afrontar! EAJ-PNV es muy consciente de las amenazas y, también, de las oportunidades que suponen para Gipuzkoa. Y, en contra de lo que dice EH Bildu, es evidente que el nuevo Gobierno foral de Eider Mendoza tiene proyecto, ideas y fuerza. Y lo saben. Es un proyecto basado en valores, que prima la igualdad, la innovación y la sostenibilidad, sistematiza la mejora continua, y pone todas las políticas públicas al servicio de la persona y con visión de país.
Siempre han necesitado definirse por contraposición al PNV, aunque lo hagan de una manera tan maniquea como infantil: pintan al PNV de negro mientras EH Bildu va de blanco inmaculado. Siguen la misma absurda lógica de toda la vida. Y, además, distorsionan la realidad embarrándola de catastrofismo cuando aluden a la supuesta “degradación” de los servicios públicos y “al aumento” de las desigualdades sociales. No importa que lo que dicen sea falso, solo buscan que la gente se lo crea.
Confrontación, autoafirmación por contraposición, reparto maniqueo de papeles, imponer el marco temporal del discurso, catastrofismo y negatividad con sobredosis de autoestima parecen ser las particularidades de EH Bildu.
Repiten lo de “grandes retos” y “retos colosales” casi una docena de veces por artículo, sin aportar soluciones ni ideas y dejando en evidencia que colocan palabras pero carecen de proyecto para este pueblo.
Es mucho más fácil repetir y repetir que se tiene mucha “ambición” que desarrollar un proyecto sólido para Gipuzkoa y para Euskadi. Siempre ha sido mucho más fácil tener una fábrica de estrategias de oposición que gobernar.
El PNV gobierna con resultados que se pueden comparar; hace política abertzale, con paciencia democrática y respeto hacia el adversario político. Y hace que Gipuzkoa y Euskadi avancen, siempre a pesar de quienes ahora ordenáis olvidar trayectorias.

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